“Mira el planeta. Por todas partes, la libertad se abre camino serpenteando alrededor de la necesidad, inventando nuevas ristras de ocasiones; lanza un lazo al tiempo y lo somete a sus ritmos variados y enérgicos”.
Enséñale a hablar a una piedra. Annie Dillard
Diciembre vino con sus lluvias y días frescos. Los vientos fuertes, temporales de levante, azotaron la sierra. Aprovechando un claro de sol me propuse atravesar Sierra Carbonera, desde la vertiente poniente a la del levante. Inventar un nuevo camino, esquivando las vacas que por estos días pastan en algunas laderas.
Había mucho barro. Los brezos lucían sus pequeñas flores moradas, algunas margaritas estaban abiertas como en la primavera, pero mi atención quedó atrapada por una planta que suelo ver siempre en mis paseos y que lucía sus pequeñísimas flores amarillas.
Se trata de alguna subespecie de Thymelaea, con las hojas aterciopeladas y de agradable tacto. Es probable que se trate de Thymelaea lanuginosa (Lam.) Ceballos & C. Vicioso, pero podría tratarse de otra variante.
El sentido del tacto es algo a lo que quizás le damos poca importancia, pero ejercitarlo en la naturaleza es un medio de contacto y conocimiento indispensable para identificar seres vivos y para conocer mejor el medio en el que nos movemos. En mis paseos están el tacto aterciopelado de esta planta (de hecho lanuginoso significa que tiene pelusa o vello), el pegajoso de la jara, el urticante de la ortiga, el áspero de la coscoja, el liso y duro de la palma de palmito, el fresco de la hoja de Arisarum simorrhinum, el espinoso de la esparraguera, etc. Un sinfín de sensaciones y contactos importantes para desenvolvernos como los seres que somos, con nuestra piel delicada por entre los senderos del monte.
La Thymelaea es una planta bajita, perenne, de un verde grisáceo. Crece discreta, no llama mucho la atención en la sierra, salvo por su suavidad al tacto. Subsiste a pesar de los fuertes vientos procedentes del mar y en estos días de diciembre abre sus flores amarillas, un toque de color a su moderado tono pastel, camuflaje serrano.
Con este encuentro, seleccionado entre otros muchos, porque en la sierra se está entre miríadas de seres, es algo incontable; con este encuentro acaba el año en este blog de naturaleza, con la esperanza y la vista puesta en andar en libertad otros muchos caminos, senderos de encuentro, de mirada despierta, atenta a las otras formas de respirar y ver el mundo, lanzar un lazo al tiempo y traerlo con palabras a este espacio.