miércoles, 12 de octubre de 2016

Los flamencos del pantano




El pantano Torre del Águila, situado muy cerca del Palmar de Troya, en el término municipal utrerano (Sevilla), presenta estos días un paisaje desolador. La sobreexplotación para el riego agrícola ha provocado que se encuentre al 7,42%, lo que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir considera el “mínimo ecológico”. El resultado es que buena parte del embalse está seco, lleno de cristales, latas y otras basuras, y en lo poco que queda de agua, pueden verse muchos peces y moluscos agonizantes o muertos.


Aun así, o quizás por ello, en estos días podían verse allí muchas aves limícolas. Cigüeñuelas comunes, espátulas, flamencos y garzas reales, entre otras. 


El año pasado fui por estas mismas fechas buscando fotografiar a los papamoscas cerrojillos, numerosos en esta fecha, pero al final me encontré con las abubillas y les acabé dedicando la entrada del blog a ellas. Pueden verse en las imágenes del año pasado que el nivel de las aguas era normal y eso que el verano fue más caluroso y seco. Dejo en enlace por si desean verlas.


Lo que menos esperaba encontrarme este año fueron los flamencos y por eso a tan inusual ave (por estas tierras) les dedico la entrada. 


A veces en mayo, a atardecer, se les oye pasar volando, quizás camino de la Laguna Fuente de Piedra, en la provincia de Málaga, en donde crían gran número de ellos. Pero nunca los había visto por aquí. Ha sido ahora, en los días de otoño, tras la reproducción (procedentes de las colonias de cría se dispersan por los humedales ibéricos) cuando han decidido pasar unos días en el pantano Torre del Águila.


Los flamencos comunes (Phoenicopterus roseus) resultan aves muy espectaculares. Por su gran tamaño, la característica forma de su pico y su tono rosado. Estos ejemplares que se alimentaban en el pantano son casi todos jóvenes, por eso el plumaje es pardo-grisáceo y casi no presenta tonos rosados. Los adultos varían en cuanto a la intensidad de los tonos rosados, pues este color depende de la alimentación que hayan llevado.


Se alimentan generalmente en aguas salinas o salobres, y consumen organismos acuáticos, larvas, pequeños crustáceos, microalgas, anélidos, protozoos, moluscos. 


El grupo, de aproximadamente 20 ejemplares, apenas se movía por la laguna. 


Estaba concentrado en su alimentación y ni los ruidos ni la gente parecían molestarles. Son muchas las imágenes que tomé. 


Las majestuosas aves se paseaban con sus largas patas, como gigantes, en las aguas someras que brillaban extrañamente, como misteriosos cristales de luz. Espero haber captado algo de todo esto en las imágenes que fui tomando.