Walden, H. D. Thoreau.
Al final del verano, en la campiña utrerana continúan los
días calurosos, aunque este año han hecho ya acto de presencia las primeras
tormentas.
En estos atardeceres el sol se posa en el horizonte
totalmente anaranjado anunciando el otoño. Como en otros años, por estas
fechas, dado que los campos están arados y expuestos al sol, lo más agradable
son los paseos por la laguna.
A el Pantano de la Torre del Águila ya la hemos dedicado
otras entradas. Situado muy cerca de El Palmar de Troya, en el término
municipal utrerano, ofrece un entorno ideal para pasear a finales de verano.
En 2016 encontraba por allí un grupo de flamencos, a los que
dediqué una entrada.
Y en 2015 a la búsqueda de papamoscas cerrojillos que son
muy numerosos por allí, me encontraba con una curiosa abubilla.
Este año estaba rebosante de agua, debido a las frecuentes
lluvias del invierno y cuál fue mi sorpresa al encontrarme a dos jóvenes
zampullines muy cerca de la orilla, realizando sus primeras incursiones por el
territorio.
El zampullín común, Tachybaptus ruficollis, es un ave acuática de pequeño tamaño, muy
pequeño, y más siendo como eran juveniles se veían realmente pequeñísimos. Se
zampullían todo el rato por lo cual desaparecían constantemente de la
superficie y reaparecían de nuevo en otro lado, no muy lejano, desde luego.
Pude ver algún adulto salir a la superficie, pero era cuestión de instantes,
con lo cual me fue imposible fotografiarlo. Los pollos permanecían más tiempo
sin zambullirse lo que me permitió el reportaje. Una mancha amarilla en la
comisura del pico caracteriza a los adultos en verano, frente a otros
zampullines. También la cabeza y el dorso pardo oscuro en invierno. Los pollos
como vemos en la foto son muy oscuros y presentan en las mejillas una líneas
negras sobre fondo crema.
Habita por toda la
península ibérica, en humedales siempre que no estén a demasiada altura, como
en los pirineos en donde la especia está ausente. No realizan migración, están todo el año en la
laguna.
Se alimentan de
pequeños organismos acuáticos, como insectos, larvas, alevines de peces, pequeños
anfibios, etc. Su técnica es zambullirse y bucear unos metros en busca de
alimento. Así que los vemos aparecer y reaparecer en la superficie constantemente.
En cuanto a los
pollos, a los 40 días aproximadamente son capaces de independizarse, aunque
permanecen cerca de los adultos. Esta debería ser de la edad de los ejemplares
fotografiados, nacidos en pleno verano.
Con sus imágenes
finalizamos la entrada deseándoles una buena existencia lagunera.
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