miércoles, 21 de enero de 2015

Los pescadores de azabache: Phalacrocorax carbo



Enero da comienzo a un nuevo año. Un tiempo en el que nos adentramos como exploradores en lo desconocido. Nueva tierra inexplorada que andaremos y fotografiaremos para este blog. Enero nos enfrenta al futuro. 

Los primeros días de esta nueva andadura los he pasado en mi tierra natal: el campo de Gibraltar. Los días fueron apacibles, soleados, casi primaverales. Caminando por el puerto pesquero de Puente Mayorga, como cuando era niña, me encontré con estas grandes aves de azabache. De negro, brillan como si fueran esculturas a la luz del sol.




Los cormoranes son aves marinas, aunque también se han asentado en ríos y embalses. Son en realidad aves pescadoras, eficientes, magníficas buceadoras, espectaculares. En Puente Mayorga son invernantes. Se les distingue de otros cormoranes por poseer la garganta blanquecina y  la base de la mandíbula inferior de color amarillo anaranjado. 




Por las mañanas los veo en los pontones, posados al sol. Pero siempre hay algunos ejemplares de pesca. Cuando están en el agua no parecen tan grandes como realmente son. Es porque mantienen tres cuartas partes del cuerpo bajo el agua. Se zambullen por largo rato y salen por aquí y por allá saciados con su pesca.






Mientras unos cuantos cormoranes tomaban el sol, dos de ellos pescaban y buceaban cerca del puerto. Algunos pescadores estaban saliendo a la mar, mientras estos pescadores alados ya saciaban su apetito. Después de desayunar estuve un buen rato viéndolos desde el muelle y tomando las fotos que ilustran esta entrada para el nuevo año. 



 Flechas de azabache, entre cielo y mar, inundados de azul.



 

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