hemos surcado el prado
desde fuentes cristalinas
hacia el mar lejano".
"Adoro un arroyo indolente" H. D. Thoreau
El sol brilla alto estos primeros días de Junio. El calor aprieta y las salidas por la Sierra Carbonera se endurecen. No hay sombras en esas alturas. Si bien los vientos procedentes del mar atemperan el ambiente, correr por los pedregales se hace duro.
Era domingo y no salí muy temprano con lo cual el recorrido realizado fue la mitad de la distancia planeada. Un viento fuerte de poniente peinaba los arbustos. Los gérguenes ya florecieron y muestran en su mayoría las vainas con sus semillas. Pero aún quedan arbustos en flor.
La Sierra Carbonera es el reino de las jaras, hay muchísimas especies de Cistus. No hace mucho identifiqué el jaguarzo negro y ahora tocaba el jaguarzo blanco. Son plantas muy bajas, con flores amarillas muy peculiares y características. Por la mata nada podría decir de la planta y por la flor no se me habría ocurrido que fuese un tipo de jara. Acostumbrada a esos pétalos, como de textura arrugada, del estilo de Cistus albidus.
Halimium halimifolium es el nombre científico de esta especie. Las hojas tienen una capa (indumento) de pelos escamosos y son blanquecinas. Las flores crecen en inflorescencias terminales y los pétalos amarillos a veces tienen una mancha en la base. En estos arbustos la mancha estaba muy marcada. La altura de las matas era baja y se extendían a ras de suelo, como es típico de las zonas azotadas por el viento.
Al parecer hay varias especies que desarrollan sus vidas en torno a esta planta. Una mariposa (Plebejus arjus) pone la puesta en su base y una hormiga (Lasius niger) la protege introduciéndola en sus galerías, creadas aprovechando los huecos de las raíces de la planta. La hormiga se alimenta del exudado que producen las orugas que se comen las hojas inferiores y más viejas del jaguarzo blanco, lo que ayuda a la planta a pasar la sequía estival. Coexistencia de especies para un mantenimiento del entorno eficiente. Redes, conexiones, la vida singular no tiene gran relevancia. La naturaleza es un todo lleno, una mezcla.
En la parte más alta de la Sierra a pesar de las tempestades florece con su potente amarillo el jaguarzo blanco. Notas de color, antes del verano que todo lo seca, en los pedregales. Una perdiz se lanzó al vuelo desde una de las matas sierra abajo. Mis pies cansados la siguieron, en busca del mar, el refrescante azul.
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