jueves, 24 de octubre de 2019

Pagaza piquirroja: un paseo por Sancti Petri


"Amo lo salvaje tanto como el bien". Walden, H. D. Thoreau

El otoño llegó pronto por estas tierras atlánticas, las temperaturas bajaron y los días se tornaron nublados, aunque llover no ha llovido mucho. Llevo unos meses residiendo en Conil de la Frontera y ahora que los días del turismo han pasado me lanzo a la exploración de los alrededores. 


Santi Petri está bastante cerca y sus paisajes son espectaculares, con el castillo en medio del mar. Muchas son las aves marinas que habitan la zona, encontré charranes y gaviotas reidoras en gran número, pero las fotos que hice no fueron muy buenas. Más interesante me resultaron las de la pagaza piquirroja a la que dedico la entrada. Es mi primer avistamiento de esta singular ave. 


Sólo me hizo una pasada, que aproveché al máximo sin tener muy claro de qué ave se trataba. El azul es desde luego su hábitat, cielo como se ven en las imágenes y mar que se verá en las fotos de paisajes. 


La pagaza piquirroja (Hydropogne caspia) es un ave marina corpulenta, con un robusto pico rojo que se veía claramente. Al parecer algunas de ellas se quedan a invernar en las costas atlánticas andaluzas (suelen provenir del Báltico), así que este podría ser el caso de uno de esos ejemplares, aunque también es posible que estuviese de paso, dado las fechas. 


Es parecida a un charrán, pero más grande, con la cabeza negra, el pico rojo y las patas negras. El resto es blanco. Las alas son anchas y poseen una extensión de color negruzco bajo las plumas primarias.


Entre sus hábitos es una especie costera que no suele volar tierra adentro. Se alimenta de peces, al parecer es un espectáculo verlas pescar, así que iré por allí a ver si las puedo volver a ver.


El día era espectacular con el cielo azul turquesa y el mar estaba calmo, la brisa era fresca y los charranes y las gaviotas reposaban en las islas formadas por las mareas. Muchas eran las barcas y los veleros que estaban atracados en aquellas aguas tranquilas. Como si el otoño fuera una estación serena.

2 comentarios:

  1. Algunas pagazas piquirrojas suecas invernan en esa zona cada año. Se sabe porque están marcadas con anillas rojas en sus patas y porque algunas llevan transmisor cía satélite. En sus viajes migratorios se cruzan toda Europa muchas veces volando lejos del agua.
    Un saludo desde el norte.
    Arsnatura.blogspot.com

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  2. Gracias por el dato, la próxima vez iré atenta a ver si veo anilladas. Saluditos

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