Estas fiestas, como
suele ser costumbre, las pasé con la familia, en mi tierra natal: el campo de
Gibraltar. Paseando, como en mi niñez por la orilla de la playa, tuve la
fortuna de encontrarme con muchas aves marinas.
Admiro las aves
marinas, tienen una atracción especial. Por ejemplo, el vuelo de las gaviotas
patiamarillas siempre me fascina. Cómo planean aprovechando el viento,
convirtiéndolo en su aliado, su estabilidad como un tanteo, un vuelo que parece
impreciso, a merced del viento, pero que en realidad conlleva la mayor
precisión, el más perfecto de los cálculos.
No conozco
personalmente a muchas personas aficcionadas a la ornitología, pero por las
redes sociales estoy en contacto con muchas de ellas y las hay especialistas en
aves rapaces, en limícolas, en paseriformes, pero veo pocas personas amantes de
las aves marinas. Tengo el libro Aves
marinas: una guía para su identificación, de Peter Harrison, publicada por
la editorial Omega, es espectacular y lo recomiendo como bella introducción a
este mundo alado que vive entre el oleaje.
En los primeros días de
Enero, hubo un temporal de levante, bastante fuerte y hasta en el poniente la
mar estaba picada. Como había llevado la cámara para fotografiar los eventos
familiares, decidí cogerla. Después de desayunar, caminé por la playa de Puente
Mayorga, cámara en mano, en busca de alcatraces, pues en el invierno, en los
días de levante fuerte, pueden verse pescando al resguardo del viento en
aquella playa de poniente. Nunca suele pasar que acabe fotografiando el ave que
busco, pero este día fue la excepción. Tal y como esperaba allí estaban los
alcatraces. La pena fue que en ese momento me di cuenta de que me había dejado
en Utrera el objetivo para hacer fotos de aves y tan sólo llevaba el objetivo
pequeño, para las fotos familiares, dentro del hogar. No obstante, volaban más
o menos cerca de la orilla y algo pude hacer. Tampoco admiro las fotos de aves
en las que salen con todos sus detalles en primer plano obviando el medio del
que forman parte, así que entre azul cielo y azul mar, se pueden ver, como
enormes flechas, tan maravillosas aves.
El alcatraz atlántico
(Morus bassanus) es un ave marina de gran envergadura, entre 165 y 180 cm de
envergadura alar. Es blanco con los extremos de las alas negros. Por estas
fechas, por el campo de Gibraltar, suelen verse también ejemplares juveniles que
son más bien marrones. Pero en este caso pude fotografiar a un adulto, con la
coloración típica. La cabeza presenta una coloración anaranjada y el pico es
gris perfilado por unas líneas negras que también rodean el ojo.
Es un ave marina
pelágica que habita el Atlántico, aunque como vemos se introduce por el
mediterráneo occidental. Suelo verlos desde hace años por el campo de Gibraltar
en el invierno. Se ve que invernan por estas aguas. Las zonas de cría están
lejos de aquí, en el norte de Europa.
Su forma de pesca es
muy característica, vuela a gran altura, hasta los 40 metros de altura y
después se deja caer en picado, como una flecha, con las alas plegadas al
cuerpo, entrando en el agua a gran velocidad. Hasta los 100 km/h puede alcanzar
en el picado.
El ejemplar que
fotografié tenía mucha competencia con las gaviotas, porque el temporal era
grande y muchas eran las aves que se refugiaban en aquella playa. También había
charranes imposibles de fotografiar con ese objetivo, un montón de cormoranes y
probablemente varios tipos de gaviotas que no podía ver con claridad.
El alcatraz hizo un par
de picados que me hicieron distinguirlo con facilidad, pero se ve que a las
gaviotas patiamarillas no les gustó y sufrió un asedio por parte de varias de
ellas, que lo siguieron atacando en vuelo hasta que se alejó del lugar. Este es
el contexto en el que fotografié al ave y por eso salen gaviotas alrededor,
aunque también y más bien por casualidad fotografié el momento en el que el
alcatraz plantaba cara a las territoriales gaviotas.
Sin más y con los
paisajes marinos del estrecho de Gibraltar, hábitat invernal del alcatraz atlántico, pero sobre todo de la gaviota patiamarilla, que sale en las siguientes fotos, (es imposible una foto sin ellas) doy por finalizada la entrada.
Gracias Maravilloso reportaje
ResponderEliminarQue bonitas fotos y su comentario, estás hecha una reportera total.
ResponderEliminarEspero el turno de los correlimos que me hace mucha gracia verlos corriendo juntitos por la playa del Carmen...!!!
Gracias, hace tiempo que ansío los correlimos, saluditos :)
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