lunes, 10 de febrero de 2020

Al abrigo del temporal: Gaviotas de Audouin

“En medio de una lluvia suave, [...] fui consciente de pronto de la dulce y beneficiosa compañía que me ofrecían la naturaleza y el repiqueteo acompasado de las gotas y cada sonido y cada imagen alrededor de mi casa, una amistad infinita e inefable, como una atmósfera fortificante que hizo desdeñables todas las ventajas imaginadas de la vecindad humana, y no he pensado más en ellas desde entonces”. Walden, H. D. Thoreau.



A finales de Enero hubo un fuerte temporal por tierras conileñas. Los días se tornaron grises y el viento y la lluvia se hicieron los protagonistas. El mar rugía y las mareas crecieron. El río Salado aumentó su caudal y se convirtió en refugio de un variopinto grupo de gaviotas. Llovía de forma intermitente así que aproveché para acercarme a hacer fotos en uno de los escampados.


Sobre todo había gaviotas reidoras, pero ya les dediqué una entrada por tierras portuguesas (gaviotas reidoras) y entre otras especies, escogí las gaviotas de Audouin (Larus audouinii).



No sé exactamente cuántas eran, quizás en torno a 6 o 7, no me quedó muy claro porque no se estaban quietas y tampoco es que estuvieran todas juntas, sino dispersas en un grupo grande en el que había reidoras, una pagaza piquirroja, gaviotas sombrías y algunas otras especies que no acierto a identificar.



Fotografiarlas ha sido complicado porque es casi imposible separarlas del resto, así que aunque he conseguido alguna individual, lo que he hecho es centrarlas en la fotos y mostrarlas rodeadas de otras gaviotas.



Escogí las gaviotas de Audouin porque son una especie más o menos rara, no muy frecuentes de ver. Es una especie mediterránea pero por estas tierras atlánticas, al estar tan cerca del Estrecho de Gibraltar, suelen adentrarse de vez en cuando. Aunque hacia el sur, es decir, bordeando la costa atlántica africana llega bastante lejos.



Es una gaviota de forma estilizada, más grande que las reidoras, pero más pequeñas que las patiamarillas. Tiene el dorso gris, la zona ventral, cabeza y cuello son blancos, el pico rojo con la punta negra, el anillo ocular rojo y las patas negras.


Como decía habita sobre todo la zona mediterránea en donde es numerosa en la cuenca del Ebro, allí por ejemplo crían. Pero esta no es su zona habitual, a veces se adentran en aguas atlánticas peninsulares y en este caso debían de refugiarse el temporal en el estrecho. No obstante, como ya he dicho la especie se distribuye por aguas atlánticas bordeando las costas africanas. Consume peces pelágicos, también invertebrados y algunos paseriformes.



No es una especie muy común y su número aunque ha ido en aumento en las últimas décadas no es muy elevado. Por ello se la considera “Vulnerable” en el Libro rojo de las aves de España, y “De interés especial” en el Catálogo Nacional de especies amenazadas.


Atardecía y los últimos rayos de sol anaranjado se escondían tras los cúmulos sobre el mar, en donde una fuerte precipitación desdibujaba sus contornos. Al amparo del río el grupo de gaviotas se preparaba para pasar la noche. Aproveché el breve escampado para realizar las fotos que ilustran la entrada. La luz se iba, los azules se deshacían en grises y pronto en noche. La lluvia volvió a caer.