Los girasoles comienzan a secarse
en los campos .Los algodonales están en flor a pesar de los días calurosos. Llevaba un tiempo saliendo en
bicicleta y tan sólo me encontraba con lagartos ocelados tomando el sol. En
cuanto paraba la bici y sacaba la cámara huían despavoridos al abrigo de las
piedras o se refugiaban entre las raíces de algún olivo. Me estaba siendo
imposible fotografiarlos y cuál fue mi sorpresa cuando me encontré estas aves
en el carril. Parecía que las aves habían desaparecido.
Las canasteras (Glareola pratincola) parecen enormes golondrinas en el vuelo, pero posadas son muy diferentes. Son de color crema y poseen la garganta circundada por una raya negra que las hace muy características. Este es el plumaje nupcial de las aves adultas, que son las que he fotografiado.
Por otra parte son aves veraneantes,
debieron de llegar en torno a abril y se irán en agosto. Estaban en torno a los
campos de algodón, aunque también las observé el mes pasado sobrevolando los
campos de girasoles. Deben de criar por aquí.
Había observado otros años que en
época de cría utilizan la técnica (que ya había observado en los chorlitejos)
de distraer a los posibles agresores. Así, cuando te acercas a algún lugar al
que no desean que te acerques (probablemente porque tienen el nido –anidan en
el suelo-) un adulto o dos comienzan a sobrevolarte y a hacerte pasadas
gritando para llamar tu atención. Lo que pretenden que los sigas a ellas y al
seguirlas te alejarán del nido o de la zona a proteger. Es una técnica bastante
efectiva, hace años observé como unos chorlitejos alejaban del nido a un perro y
lo volvían loco por la playa, el perro no paraba de corretearlos y ellos se ponían
delante para ello, dando grandes gritos para atraerlo, pero son tan hábiles que
era imposible que el perro los alcanzara.
Pues estas canasteras utilizaron
esta técnica conmigo, pero al ver que yo no me movía del carril, o sea, no las
seguía, pues estaba allí fotografiándolas, una de las aves hizo algo totalmente
nuevo para mí. Se tiró en medio del carril, literalmente, estaba volando y de
pronto era como si hubiera caído delante de mí, abrió las alas y las extendió
en el suelo. Tras unos segundos en esta extraña posición recogió las alas y se
quedó en el suelo con las alas plegadas todo el tiempo que duró el reportaje,
mientras otras pasaban por los lados de carril y otras me hacían pases aéreos.
Era un grupo de unas cinco canasteras. He realizado una imagen en donde aparece
la secuencia completa de este comportamiento.
El resto de las imágenes son las
aves en vuelo o posadas en el borde del carril.
En cuanto a su alimentación, con
esos vuelos acrobáticos del estilo de las golondrinas, son limícolas que caza
insectos en vuelo y lo hace abriendo mucho el pico cuando realizan pasadas por
las nubes de mosquitos y otros insectos.
Las principales amenazas a las
que se enfrenta esta especie son la modificación de los hábitats. Teniendo en
cuenta que anidan en el suelo y viendo a este grupo seguro que cerca del carril,
es un problema que pisen los huevos. Por otro lado los campos de cultivo varían
en gran manera y está claro que estos cambios suponen un problema para la
especie, pues pueden morir los pollos aplastados por las máquinas agrarias.
Pero bueno, deseándoles suerte a
estas valientes aves y compartiendo algunas imágenes de los paisajes que habitan despido esta entrada, para que vean
que también hay vida bajo el peso del sol veraniego.